El 18/03/2011 11:44, HERMANOS DEL AGUILA escribió:
*Todas las prácticas que se observan en una Enseñanza espiritual,
la meditación, la oración... tienen un único fin: reducir la
importancia de la personalidad para dar a la individualidad (el
alma) mayores posibilidades de expresarse. Y en esto consiste el
verdadero silencio. Tener silencio en el plano físico es fácil,
basta con cerrar las puertas y las ventanas, o con taparse los
oídos. Pero realizar el silencio en los pensamientos y los
sentimientos, es mucho más difícil. Porque el mundo interior de
los humanos es semejante a una plaza pública en donde llega mucha
gente a la vez para manifestarse y formular reivindicaciones.
Si venís a una Escuela iniciática, es para aprender cosas
esenciales y no es para otra cosa. Y una de esas cosas esenciales
es, precisamente, realizar el silencio interior, acallar todas
estas discusiones, todas estas luchas, todas estas revueltas
provocadas por los pensamientos, los deseos y los sentimientos mal
dominados, y recibir finalmente la verdadera respuesta a las
preguntas que os planteáis, la respuesta de vuestro Yo divino.
1 comentario:
Esto es excepcional, Lali.
Me parece una gran verdad: sin silencio mental no puedes darte cuenta de ese verdadero Yo que sustenta aquello que somos. Porque ese Yo se asemeja al Sol y nuestra mente al agua de un lago: si no aquietamos el agua hasta dejarla libre de ondas y demás perturbaciones, el sol se refleja de manera imperfecta, oscilante, casi fantasmal.
Decía Ramiro Calle que los pensamientos eran como las nubes en el cielo de la mente, cuya substancia es serenidad, más allá de las tormentas que cobran vida en su seno.
Un beso, Lali
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